El té es una infusión de las hojas y brotes de la planta del té (Camellia sinensis).
La popularidad de esta bebida es solamente sobrepasada por el agua. Su sabor es fresco, ligeramente amargo y astringente; este gusto es agradable para mucha gente.
Se argumenta que el consumo de té (especialmente verde) es benéfico para la salud por contener antioxidantes, flavanoles, flavonoides, catequinos y polifenoles. Debido a sus catequinos, el té tiene propiedades anti-inflamatorias y neuroprotectoras; puede ayudar en la regulación del apetito y por su afinidad con los receptores canabinoides puede disminuir el dolor y la náusea, sirviendo también como calmante.
El consumo del té verde está asociado con una disminución del riesgo de problemas de salud entre los adultos mayores tales como: infartos, deterioro cognitivo y osteoporosis.
El té contiene L-teanina sustancia relacionada con un estado mental calmado en humanos. Un estado similar al que se encuentra entre los practicantes de meditación.
El término té herbal se refiere comúnmente a infusiones de frutas o hierbas que no incluyen a la planta de té tales como el mate, la manzanilla y la tila entre otros. En este último caso se prefiere la denominación tisana para nombrarlas y evitar confusión con el auténtico té.