Los taninos, el aceite de alcanfor y los flavonoides son algunas de las propiedades características de la lavanda beneficiosas para la salud. La infusión de lavanda se usa para aliviar el estrés y para combatir el insomnio. Su poder sedante ayuda a conciliar el sueño. Además, su efecto calmante sobre la mente y las emociones son beneficiosos para combatir los estados de ansiedad. Las propiedades de la lavanda ayudan a mejorar la digestión y a gestionar problemas intestinales por nervios o por estrés. Además, la lavanda puede evitar problemas gastrointestinales como cólicos, inflamación intestinal y flatulencia. Contraindicaciones: Totalmente contraindicada para personas con problemas de epilepsia, tampoco está recomendada para las personas que sufren de gastritis, colitis o síndrome del colon irritable. Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia tampoco deben consumirla, pues algunos componentes de la lavanda podrían ser tóxicos para el bebé, ni tampoco los niños menores de 6 años.