Originario de la región de Shizuoka en las laderas del Fujiyama, donde se produce más de la mitad del té japonés. Este té se recoge por medios mecánico en el otoño, después manualmente las hojas se seleccionan cuidadosamente, desechando cualquier ramita y hoja rota que se encuentren en el mismo. Sencha significa cocinado al vapor, y así se procesa cuidadosamente este té, siendo después secado y sus hojas enrolladas. Las hojas que se obtienen son muy finas y de frágil estructura. La infusión es de color verde oliva claro, con un sabor dominante muy característico y especial, ideal para aquellos amantes del té verde de fuerte sabor.