Procede de China, (de la región de Yunnan, cerca de Vietnam, Laos y Birmania), donde la medicina tradicional lo considera un instrumento para gozar de buena salud y para adelgazar. Recibía el nombre de "Té de los Emperadores" pues durante muchos años el consumo estuvo prohibido al resto de mortales.
Su consumo ayuda a perder peso sin esfuerzo, tiene un sabor agradable y reduce los niveles de colesterol. En Estados Unidos se le ha puesto el mote de "devorador de grasas".
El Pu Erh proviene tanto del té negro como del verde, y adquiere sus características después de un secreto proceso de maduración, se sabe que sus grandes hojas son comprimidas y se almacenan durante años en barricas, llegando a durar este proceso hasta 50 o 60 años, y gracias a estos procesos "especiales" hace que se torne rojizo y tenga esas propiedades tan asombrosas. Hoy en día hay serias dudas de que este proceso continúe durante un periodo tan largo, y prácticamente ningún proveedor se atreve a garantizar la duración del mismo.
Su infusión no es recomendable endulzarla con azúcar blanca, ya que esta es rica en glucosa, producto ya metabolizado que se convierte rápidamente en glucógeno y por tanto en grasas. Es mejor hacerlo con cualquier producto natural como la miel, el azúcar morena o el sirope de arce.
Tiene cafeína por lo que no es recomendable su uso por los niños, así como las personas que tomen algún medicamento incompatible con la cafeína.